TERAPIA VASCULAR FÍSICA
El 75 % de este suministro se lleva a cabo en la zona de los vasos sanguíneos más pequeños (microcirculación). Por lo tanto, se trata de la zona en la que las células sanguíneas suministran nutrientes y oxígeno a tejidos y órganos y, en el trayecto de vuelta, llevan consigo los productos residuales para su eliminación.
El corazón es el encargado de desplazar las células sanguíneas a través de la circulación sanguínea. En total, las células sanguíneas deben suministrar y limpiar un área de más de 120.000 kilómetros. Dado que el corazón no puede hacerse cargo él solo, necesita ayuda.
El estrés, la falta de sueño, una mala alimentación, hábitos poco saludables, enfermedades y, por supuesto, la edad, ralentizan el movimiento de bombeo de los vasos sanguíneos más pequeños. Esto se aplica a la gran mayoría de las personas. Como resultado, las células sanguíneas se mueven mucho más despacio y no puede cumplir adecuadamente con su cometido. Un suministro deficiente a tejidos y órganos lleva a largo plazo a una disminución del rendimiento físico y mental, dolores, malestar y enfermedades.
La terapia vascular física de BEMER puede contrarrestar estos efectos dentro de unos límites. Con ayuda de una señal de estimulación de transmisión electromagnética, se estimula el movimiento de bombeo de los vasos sanguíneos más pequeños y, de este modo, puede normalizarse el flujo sanguíneo en esta zona.
Terapia vascular física BEMER
La pieza central de la terapia vascular física de BEMER es una estructura de señal multidimensional que estimula de manera eficaz la microcirculación limitada o deteriorada.
- Mejorar el abastecimiento de órganos y tejidos.
- Ayuda en la cicatrización de heridas y lesiones deportivas.
- Ayuda al sistema inmunológico.
- Aumento del rendimiento físico y mental.
- Reducción de los tiempos de regeneración en entrenamientos deportivos.
Aplicaciones clínicas
Ayuda en caso de artrosis
La nueva y moderna terapia vascular física BEMER ofrece la posibilidad de, en caso de fallo o enfermedad, estimular los mecanismos de regulación de la microcirculación más importantes de una manera compleja. La terapia vascular física BEMER es un tratamiento complementario y sirve como una base importante para procesos de curación en caso de enfermedades degenerativas del aparato locomotor.
Terapia en caso de hernia discal
Un requisito previo para la recuperación tras una hernia discal es el restablecimiento de un abastecimiento correcto de las células tisulares involucradas y el alivio del dolor asociado bajo ciertas circunstancias. Sin embargo, en el caso de una hernia discal, deberá llevarse a cabo un tratamiento específico de zonas individuales a través de una terapia simultánea medicamentosa, físico-terapéutica y, eventualmente, quirúrgica. Posiblemente, estas medidas por sí solas no sean suficientes.
Cómo ayuda la terapia vascular física en los dolores de espalda
La terapia vascular física BEMER, con un proceso científicamente probado, se encarga de aplicar las señales de estimulación en las arteriolas precapilares y en las vénulas postcapilares. Estas señales deben actuar de manera que arteriolas y vénulas puedan volver a moverse mejor y más rápido, aumentando así la vasomoción.
La terapia vascular física como ayuda para la diabetes
En pacientes con polineuropatía diabética (una enfermedad de los nervios periféricos que puede provocar dolores, hormigueo, ardor o entumecimiento en brazos y piernas), tras varias semanas de terapia BEMER ha podido confirmarse una mejora significativa del estado funcional de la microcirculación subcutánea y del sistema inmunitario. La cicatrización de heridas podría mejorarse claramente. En un concepto terapéutico general, la terapia vascular física BEMER es, especialmente hoy en día (a causa del estrés y del sedentarismo), un tratamiento complementario necesario para el tratamiento de problemas metabólicos como la diabetes mellitus y para la prevención del síndrome metabólico.
Terapia vascular física para el síndrome de fatiga
La terapia vascular física BEMER fomenta la capacidad de reacción natural del sistema inmunitario y, a través del refuerzo de los mecanismos de regulación propios del cuerpo, activa su poder curativo.
– Trastornos del sueño.
– Problemas de circulación arterial o venosa.
– Artrosis.
– Diabetes.
– Control de infecciones.
– Fortalecimiento del sistema inmunitario.
– Activación de los procesos de autocuración propios del cuerpo.
Para aquellos que padezcan síndrome de fatiga, resulta mucho más importante que la terapia vascular física BEMER pueda mejorar los patrones de sueño y ayudar al cuerpo a realizar los importantes procesos de regeneración durante la fase de descanso.
Terapia vascular para el tratamiento de enfermedades vasculares
A través del uso de la terapia vascular física BEMER se han conseguido avances probados tanto en la prevención como en el tratamiento en fases tempranas de la enfermedad arterial periférica gracias a una mejora de la microcirculación.
El tratamiento para una curación rápida de la rotura de ligamentos
Una buena circulación mejora el suministro de nutrientes a las zonas afectadas y, de este modo, ayuda a reducir la inflamación y acelera el proceso de curación tras una rotura de ligamentos. El uso de la terapia vascular física BEMER es especialmente positivo en este caso. Esta terapia activa el poder de autocuración, ayudando así en la curación de heridas y lesiones, también de las causadas por una rotura de ligamentos.
A través de una estructura multidimensional de señales como parte de la terapia con campos electromagnéticos se estimula de manera eficaz una microcirculación limitada o deteriorada.
La evidencia científica de la terapia vascular física
Entre otras cosas, ha podido demostrarse un aumento de hasta el 30% en el aprovechamiento de oxígeno en los tejidos.
Este es precisamente el efecto determinante de la terapia física, incluso en caso de problemas de regeneración o rehabilitación.
Aplicación de la terapia vascular en caso de fractura ósea
La terapia vascular física BEMER puede considerarse un hito en la terapia vascular física. Esta terapia vascular activa el poder de autocuración, ayudando así en la curación de heridas y lesiones, también de las causadas por una fractura ósea.
Mejorar los patrones del sueño
Los procesos de regeneración y regulación corporales potenciados por medio dela nueva tecnología BEMER son de gran importancia durante la fase del sueño, especialmente en pacientes de rehabilitación y personas mayores o propensas a las infecciones. La terapia vascular física BEMER lleva a un aumento generalizado de la efectividad del tratamiento, a una reducción de la propensión a padecer infecciones, a una mayor estimulación de los procesos regenerativos y a una mayor desadificación del cuerpo. Los trastornos del sueño, el envejecimiento natural, unos hábitos de vida poco saludables, demasiado estrés y una dieta desequilibrada ralentizan los movimientos de bombeo de los vasos sanguíneos más pequeños. La terapia vascular física BEMER contrarresta este proceso dentro de unos límites naturales. A través de señales de estimulación transmitidas electromagnéticamente se estimula el movimiento de bombeo de los vasos sanguíneos más pequeños, mejorando así el flujo sanguíneo.
El estrés y la terapia vascular física
¿Se siente molesto y abrumado con cualquier cosa? ¿Tal vez desmotivado, agotado y cansado? ¿Está constantemente insatisfecho e infeliz con su situación laboral y/o personal? ¿Le cuesta desconectar? En ese caso, es posible que se encuentre en una espiral de estrés.
La terapia vascular física como ayuda para la cicatrización
La terapia vascular física BEMER puede estimular la circulación limitada de los vasos sanguíneos más pequeños y, con ello, ayudar positivamente en los procesos de autocuración y regeneración propios del cuerpo. Activada a través del fortalecimiento de los mecanismos de regulación propios del cuerpo, se promueve la capacidad de reacción natural del sistema inmunitario y se activan los poderes de autocuración, algo muy positivo para la cicatrización. Cada vez son más los terapeutas y médicos que utilizan con éxito la terapia vascular física BEMER en sus clínicas.
Científicamente probado
Los dispositivos BEMER mejoran los movimientos de bombeo limitados de los vasos sanguíneos pequeños y muy pequeños. Esto lleva a una distribución de la sangre en función de la demanda a lo largo de la red de vasos sanguíneos más pequeños. Por este motivo, BEMER es una opción terapéutica óptima para muchas enfermedades y sensaciones de malestar.
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